Process.

Nota del editor: en el diseño de negocios | La conferencia Business of Design el año pasado conocimos a la diseñadora sueca Ida Wessel, cuyo trabajo impresionó tanto a Jessica que lo tomó en el podcast de The Observatory. El estudio de Ida, BankerWessel, ha escrito recientemente un libro sobre el proceso de diseño gráfico, específicamente creando identidades, simplemente titulado Proceso (Counter-Print, 2019). Ella fue lo suficientemente generosa como para proporcionarnos el siguiente extracto.

¿Nueva Era?

¿Cuál es nuestro papel, como diseñadores, en esta nueva era? ¿Somos consultores? ¿O hay un mayor nivel de artesanía que valga la pena alcanzar? ¿Vale la pena tomar un desvío para encontrar algo nuevo? ¿Tenemos siquiera el tiempo? Y además, en la era de la IA, ¿qué pueden aportar los humanos a la mesa que los robots no pueden? No tenemos las respuestas, pero nos gustaría plantear estas preguntas y abrir una discusión.

Al presentar nuestro propio proceso, fue evidente cómo el pensamiento crítico está constantemente presente en ese proceso. Lo que se excluye, o se mantiene y motiva, es lo que lo mueve hacia adelante. El dibujo es intuitivo en comparación. La magia ocurre en la interacción entre la mano y la mente, involucrando asociación, probando nuevas ideas y enfoques gráficos, pensamiento crítico y, a veces, dejando la pista por completo, en busca de un enfoque o energía totalmente nuevos. Al final, la voz crítica se calla. Las preguntas son respondidas y el diseño es refinado.

Solo los Rastros

Los rastros que quedan pueden ser discutidos y revisados, alcanzando resultados aún mejores. Saber más sobre cómo se logran los resultados finales permite compartir conocimientos y facilita el aprendizaje, ya que puede basarse en experiencias anteriores. También ayuda a asegurar que tanto el diseñador como el cliente no terminen en discusiones menos deseables de "solo gusto".